Inicialmente, durante su realización, se incrementa la liberación de algunas hormonas (como la adrenalina) que poseen un efecto contrario al de la insulina, provocando aumento de la glucemia.
Sin embargo luego de aproximadamente una hora de haber finalizado el ejercicio, el tejido muscular experimenta un aumento muy significativo de la sensibilidad a la insulina. Esto significa que la glucosa circulante ingresa en los músculos provocando un descenso de la glucemia beneficioso para lograr un control metabólico adecuado.
Este efecto sobre la sensibilidad a la insulina, puede persistir hasta 20 a 24 horas luego de haber realizado el ejercicio. Por este motivo, en algunos casos, si el ajuste de la dosis de insulina o de las drogas hipoglucemiantes no fue efectuado o no se realizó una colación previa, es posible la aparición de hipoglucemias.
Es fundamental acordar con el médico sobre el tipo de actividad que cada paciente debe realizar, su duración y frecuencia, y realizar automonitoreo glucémico antes de cada sesión de ejercicio a fin de prevenir las hipoglucemias.
Con relación a la actividad física recuerde considerar que:
Dependiendo del valor de glucemia capilar hallado mediante el autocontrol se tomará la decisión adecuada antes de realizar la actividad física:
Recuerde que la actividad física asociada con el plan de alimentación puede ser en algunos casos el único tratamiento de la diabetes tipo 2, y que en estadios posteriores reduce los requerimientos de medicamentos, siempre que se realice en forma periódica.