La Diabetes tipo 2 afecta habitualmente a personas adultas con sobrepeso, aunque en la actualidad es creciente esta enfermedad en adolescentes e incluso niños con obesidad. Es la forma clínica más común (90% del total de las diabetes).
La diabetes tipo 2 es una enfermedad hereditaria desencadenada por distintos factores, los más frecuentes son la obesidad y el sedentarismo.
Es habitual la asociación con otros factores de riesgo cardiovascular como niveles altos de colesterol, triglicéridos y ácido úrico, junto con bajos niveles del colesterol protector –colesterol HDL- y cifras elevadas de tensión arterial.
En este caso los síntomas son leves o pueden estar ausentes; esto explica que, tanto para el paciente como para el médico, sea más dificultoso su diagnóstico.
El tratamiento generalmente consiste en una combinación de un plan de alimentación que logre el peso deseado, ejercicio físico y fármacos por vía oral. Se debe destacar que en algunos casos es necesario el uso de insulina en forma transitoria o permanente.