Es muy común que las personas con diabetes tengan problemas de la piel, ya que la elevación en el nivel del azúcar en la sangre hace que ésta pierda hidratación, se reseque y tenga más riesgos de lesionarse e infectarse.
Es por eso que la piel es uno de los órganos que necesita cuidados especiales en las personas que tienen diabetes. Esto se debe a que, cuando los niveles de glucosa están elevados, la piel se reseca y se deshidrata, porque el cuerpo pierde líquidos. De ese modo, puede causar comezón y dolor, y al rascarte puedes agrietar la piel e irritarla.
Si se produce una lesión o herida, los gérmenes o microbios pueden entrar al cuerpo con más facilidad, provocando una infección. Y como el exceso de glucosa alimenta a los microbios también, eso hace que la infección sea mayor y más difícil de sanar.
Por eso es importante mantener a la piel hidratada, lo que no significa ni húmeda ni transpirada. ¿Por qué? Porque la humedad provoca la aparición de hongos, que es otra de las condiciones comunes de la diabetes, especialmente en personas con sobrepeso.
Para evitar cualquiera de estos problemas, puedes seguir las siguientes recomendaciones:
Si tienes problemas en la piel, consulta con tu médico para que pueda indicarte cómo tratarlos y evitar complicaciones mayores. También es importante, que consultes a un dermatólogo si te aparece una erupción después de tomar medicinas o cerca del lugar donde te aplicas la inyección de insulina.
Fuente: http://www.vidaysalud.com/diario/diabetes/la-diabetes-y-el-cuidado-de-tu-piel/